¿Por qué más slow y menos fast? Sí, hablamos de la ropa
- Karen POP
- 26 jun 2019
- 2 Min. de lectura
Ya hace algunos meses les hable sobre lo mucho que me gusta comprar ropa de segunda mano, no solo por adquirir prendas baratas, también por ser únicas y de gran calidad. Y esto me llevo a pensar ¿qué tan consientes somos al consumir moda?

Desde muy joven me gusta la ropa vintage, soy fan de la ropa de los años 20´s y los 80´s, y mis prendas siempre las adquirí en mercados y locales de segunda mano, siempre he sido muy consumidora de la moda, pero jamás me puse a pensar que esa acción pudiera recompensar de cierto modo mi cartera y el medio ambiente, muy por el contrario, incluso llegue a sentir pena de decir donde adquiría mis prendas, porque no eran de tienda.
Y es aquí donde respondo mi pregunta. Creo que cuando vemos alguna prenda en las tiendas comerciales o en los comercios locales, nunca nos ponemos a pensar nuestro consumo y aún menos en cómo esa compra a largo plazo (o corto) se convierte en basura. La industria textil a nivel mundial es el segundo sector que mayor contaminación produce, tan solo para crear una camiseta se necesita 2720 litros de agua, lo que equivale a 3 años de consumo de agua de un humano y ni hablar de las emisiones de dióxido de carbono que se produce al año, pues de acuerdo al portal www.fashionrevolution.org, el consumo promedio anual de ropa por hogar emite 1,5 toneladas de CO2, es decir, lo equivalente a 6000 automóviles.

Por ello, y aunque las cifras suenan desalentadoras y alarmantes, es importante crear una cultura en el que disfrutemos más de nuestra indumentaria, aprendamos a reinverntarla, descubrir las formas de combinarla, y por supuesto siempre hacernos la pregunta ¿realmente lo necesito? Cuando estamos de compras.
Según información del portal Nimeria, las marcas fast fashión como Zara o H&M tarda en diseñar sus “temporadas” en dos semanas, mismos diseños que solo están en exhibición dos semanas y media más, ¿imagínate el grado de contaminación y de explotación de personal existe con solo pensar en estas cifras? De terror, ¿no es así?
¿Qué es slow fashion?
Hay quién dice que es una tendencia, un movimiento social e incluso un modo de vida, lo cierto es slow fashion fomenta a demás de extender el tiempo de vida de la ropa, el consumo local a través de ropa vintage, de segunda mano o de confección sustentable, pensando principalmente en darle valor a la compra y no a un consumo inmediato y desechable de la ropa.

Slow fashion, fue acuñado por la profesora y diseñadora de moda Kate Fletcher en 2007, y desde entonces esta revolucionaria tendencia se ha trasladado a varios países, teniendo como principal premisa: amar la ropa, dándole nuevas oportunidades de uso, sin abusar del consumo.
Así que no lo olvides, antes de comprar ropa, sé consiente en si realmente lo necesitas, si es ropa básica que podrás usar en múltiples ocasiones y sobre todo no olvides reciclar tu clóset, comprar segunda mano y donar lo que ya no uses. Ya que las decisiones que tomemos, pueden hacer una gran diferencia.
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